Gestionar una herencia no tiene por qué convertirse en un laberinto. Con una hoja de ruta clara (documentos en orden, impuestos en plazo y escritura de adjudicación bien preparada), el proceso se acelera y se evitan costes innecesarios. A continuación te explicamos, de forma práctica, cuáles son los trámites de una herencia en España, qué papeles vas a necesitar y cuánto tiempo y dinero debes prever.
La herencia es el conjunto de bienes, derechos y deudas que deja una persona al fallecer. Su tramitación combina gestiones civiles y fiscales: identificación de herederos, inventario, aceptación o renuncia, liquidación de impuestos y adjudicación del patrimonio. Si existe testamento, se sigue lo dispuesto en él, dentro de los límites de la legítima; si no lo hay, se recurre a la declaración de herederos para determinar quiénes suceden.
Antes de iniciar los pasos notariales o fiscales conviene recopilar la documentación clave. Estos son los más habituales:
Si necesitas más detalle, puedes visitar nuestro artículo sobre los documentos para la aceptación de herencia. Te aconsejamos empezar por los certificados y solicitar los extractos bancarios para cerrar el inventario.
Cuando llega el momento de gestionar una herencia, lo más importante es tener claro por dónde empezar. Lo habitual es seguir una serie de pasos que van desde confirmar quiénes son los herederos, hasta regularizar impuestos y, finalmente, repartir los bienes. Con una mínima planificación y la documentación a mano, el camino se hace mucho más sencillo.
Si no existe testamento, se tramita en la notaría un acta de declaración de herederos abintestato (normalmente para descendientes, ascendientes o cónyuge/pareja conforme al derecho civil aplicable). Se aportan los certificados anteriores, se identifican parientes y, con testigos, el notario declara quiénes tienen derecho a heredar. Con testamento, se preparará directamente la escritura de aceptación y adjudicación una vez inventariado el caudal hereditario.
Claves operativas:
La aceptación de la herencia conlleva dos tributos principales:
Para evitar recargos, presenta autoliquidaciones en plazo, aunque aún estés cerrando detalles del reparto; puedes optar por pago fraccionado o aplazamiento si procede.
Una vez inventariados y pagados/garantizados los impuestos, se formaliza en notaría la escritura de aceptación y adjudicación de herencia. En ella se asignan lotes a cada heredero (o se mantiene la proindivisión). Después:
Si hay bienes indivisibles (por ejemplo, la vivienda familiar), las opciones habituales son adjudicación a uno compensando al resto, venta y reparto del precio, o mantener la copropiedad con un pacto de uso y gastos.
Tiempo estimado: en situaciones sencillas con testamento y acuerdo, el trámite puede cerrarse en un plazo de 2 a 4 meses. Si faltan documentos, hay discrepancias o bienes complejos, es razonable prever 4–9 meses. Los cuellos de botella más frecuentes son: obtención de tasaciones, localización de saldos y coordinación entre herederos y notaría.
Costes orientativos (pueden variar según valor del caudal, folios y aranceles aplicables):
Cómo optimizar tiempo y dinero:
Temas que te pueden interesar