El mínimo personal y familiar en la declaración de la renta es la cantidad de ingresos que está exenta de tributación, al considerarse necesaria para cubrir las necesidades básicas del contribuyente y su familia. Esta cifra varía según la edad, situación personal, número de hijos, ascendientes a cargo y si existe alguna discapacidad. Aplicarlo correctamente puede marcar una gran diferencia en el resultado final de tu declaración.
En esta guía te explicamos qué es, cómo se calcula y cómo influye en tu IRPF, con ejemplos prácticos resueltos para ayudarte a entenderlo de forma clara y sencilla.
El mínimo personal y familiar es un conjunto de reducciones aplicables sobre la base imponible del IRPF. Estas reducciones tienen como finalidad garantizar que todos los contribuyentes conserven una parte de sus ingresos sin obligación de tributar, en función de su situación personal y familiar.
Su propósito es proteger a las personas con rentas bajas o cargas familiares importantes, asegurando que sus ingresos destinados al sustento básico estén libres de impuestos. No es una deducción, sino una reducción que se aplica antes de calcular el impuesto.
El importe varía en función de varios factores: edad, si el contribuyente tiene hijos, si convive con ascendientes y si existe alguna discapacidad. Es decir, no existe una cifra fija para todos, sino que el mínimo se ajusta según la composición familiar.
Para que este mínimo se refleje correctamente en tu declaración, debes indicarlo en el apartado correspondiente de Renta WEB. Su aplicación reduce la base liquidable general, por lo que pagarás menos o incluso podrías obtener devolución si te han practicado retenciones.
Los importes orientativos para 2025 son:
Cuanto mayor sea el mínimo aplicable, menor será tu base liquidable. Esto puede suponer una importante reducción del IRPF, e incluso generar un resultado a devolver si te han practicado retenciones. Además, te permite acceder a tramos más bajos del impuesto, reduciendo la carga fiscal.
Una buena planificación fiscal se puede complementar con herramientas de protección personal como Esencial Vida o Completo Vida, que ayudan a blindar tu economía ante imprevistos sin interferir en tu estrategia tributaria.
Para entender mejor cómo se aplica el mínimo personal y familiar en la renta, nada mejor que un ejemplo real. A continuación, te mostramos dos ejercicios resueltos con diferentes perfiles de contribuyentes.
Juan tiene 30 años, es soltero y no tiene hijos ni personas a su cargo. Sus ingresos anuales son de 22.000 €.
Este es el importe sobre el que se aplicará el tipo impositivo. La reducción le permite pagar menos impuestos o incluso recibir devolución si ha tenido retenciones.
María tiene 40 años, dos hijos (uno menor de 3 años) y vive con su madre de 70 años. Sus ingresos anuales ascienden a 30.000 €.
Gracias a estos mínimos, María reduce a la mitad su base liquidable, lo que implica una tributación mucho menor.
El mínimo personal y familiar en la renta es una de las herramientas más eficaces para adaptar la tributación a la realidad de cada contribuyente. Aplicarlo correctamente puede suponer una diferencia importante en tu declaración, tanto si quieres reducir lo que pagas como si esperas una devolución.
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