Trabajar desde casa como autónomo se ha convertido en una opción habitual, pero también plantea muchas dudas fiscales. Una de las más importantes es qué gastos puedes deducirte y cómo hacerlo correctamente para no tener problemas con Hacienda.
En este artículo encontrarás una guía práctica para entender qué se considera gasto deducible, qué requisitos debes cumplir y cómo optimizar tus deducciones si trabajas desde tu vivienda habitual.
La Agencia Tributaria permite que los autónomos que trabajan en su domicilio habitual se desgraven ciertos gastos del hogar, siempre que estén directamente relacionados con su actividad económica.
No se puede deducir el 100 % de los gastos, pero sí una proporción razonable, en función del uso del espacio y otros criterios que veremos más adelante.
Para que un gasto sea considerado deducible, debe cumplir tres condiciones: estar afecto a la actividad económica, estar convenientemente justificado con factura y estar registrado en la contabilidad del autónomo.
Existen diferentes categorías de gastos que puedes deducirte si desarrollas tu actividad profesional desde casa. A continuación, te explicamos los más comunes.
Uno de los gastos más habituales. Desde 2018, Hacienda permite deducir hasta el 30 % de los suministros del porcentaje del espacio afecto a la actividad.
Por ejemplo, si trabajas en casa en una habitación que representa el 20 % de la superficie de tu vivienda, podrás deducirte el 30 % de ese 20 %, es decir, un 6 % del gasto total en luz, agua, gas o internet.
En el caso del alquiler, puedes deducir la parte proporcional que corresponde a la zona de trabajo. Eso sí, es necesario que figure en el contrato y que el arrendador esté dado de alta como arrendador fiscal.
Con la hipoteca, no puedes deducirte las cuotas como tal, pero sí los intereses hipotecarios proporcionales, siempre y cuando hayas afectado parte de la vivienda a la actividad.
Las reparaciones en la zona de la vivienda que utilizas como despacho o estudio también pueden ser deducibles. Por ejemplo, pintar la habitación donde trabajas, cambiar el enchufe del ordenador o reparar el router.
Si las reformas afectan a toda la casa, Hacienda podría considerar que no están relacionadas exclusivamente con la actividad económica, por lo que la deducción sería más limitada.
Cualquier elemento que necesites para desarrollar tu trabajo desde casa puede ser deducido, siempre que esté justificado. Algunos ejemplos:
En estos casos, asegúrate de tener una factura a tu nombre con todos los datos fiscales.
El importe de los gastos deducibles de los autónomos que trabajan en casa se calcula a partir del porcentaje de la vivienda destinado a la actividad profesional.
Por ejemplo, si utilizas una habitación de 12 m² en una vivienda de 80 m², estás dedicando el 15 % del espacio a tu trabajo. Este porcentaje será la base para aplicar la deducción en la mayoría de los casos.
Además, en suministros, como ya hemos visto, se aplica un límite adicional del 30 % a ese porcentaje. El resultado puede parecer modesto, pero aplicado mes a mes, supone un ahorro importante.
Si estás acogido a la tarifa plana de autónomos, este tipo de deducciones pueden ayudarte a mantener tus costes fijos bajo control durante los primeros años de actividad.
Hacienda puede requerir justificar los gastos que has deducido, por lo que es clave tener toda la documentación preparada:
Además, es recomendable llevar un registro claro de tus ingresos y gastos. Puedes encontrar más información fiscal útil en esta guía sobre impuestos para autónomos.
Muchos autónomos cometen errores al aplicar estas deducciones. Los más frecuentes son:
Evitar estos fallos no solo reduce el riesgo de sanciones, sino que te da tranquilidad y orden financiero.
Para aprovechar al máximo tus deducciones sin conflictos con Hacienda, sigue estos consejos:
Y no olvides proteger tu fuente de ingresos. Estar bien cubierto frente a imprevistos es igual de importante que optimizar impuestos. Existen soluciones como las coberturas de seguro de vida que ofrecen tranquilidad tanto en salud como en momentos difíciles.
Los autónomos que trabajan en casa pueden deducirse una parte importante de los gastos del hogar, siempre que cumplan con los requisitos y lo declaren correctamente. El importe de los gastos deducibles dependerá del espacio afectado, del tipo de coste y de cómo lo justifiques.
Una buena planificación fiscal y una correcta organización pueden marcar la diferencia entre una gestión eficiente y problemas con la Administración. Dedica tiempo a revisar tu situación y busca apoyo profesional si lo necesitas.
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